Algunas reflexiones sobre las expresiones de Manuel Castells (en diálogo con Educared)
Me parece que cuando Manuel Castells habla de la abolición del libro de texto no se refiere al soporte, por eso habla específicamente de los manuales que ofrecen información de segunda mano, sintetizada.
Creo que hacen falta políticas educativas que impliquen la revisión del paradigma tradicional, basado en la transmisión lineal de los conocimientos por parte del maestro o profesor, y la implantación de un nuevo paradigma, basado en la participación del alumno en la búsqueda, recuperación y organización de la información mediante un proceso personal de toma de decisiones.
En ese sentido, la Informática ofrece la posibilidad –por citar sólo un ejemplo- de organizar grandes cantidades de información de diferentes tipos (textual, gráfica, sonora, matemática, etc.) de forma no lineal, es decir, de modo que sea posible acceder desde cualquier nodo significativo de información a otro nodo por diversos caminos, sin seguir una ruta prefijada por el profesor o el autor de un libro. El proceso de toma de decisiones en un hipertexto, donde es posible la navegación en múltiples direcciones y el establecimiento de múltiples relaciones entre nodos de información, se asemeja bastante al funcionamiento del cerebro humano con respecto al conocimiento.
Si al menos todos los estudiantes tuviesen la posibilidad de acceder a grandes, nutridas y actualizadas bibliotecas …pero sabemos que existen muy pocas.
La promesa de brindar una computadora a cada alumno todavía está en el terreno de las utopías, pero un gabinete de informática bien organizado ofrece la inmediatez de información. Y aquí viene la otra cuestión, la de la formación de los maestros. Como muy bien lo dice Castells, hacen falta maestros que dominen las TIC “para que no sean cortocircuitados por sus alumnos”, porque el maestro “sigue siendo el centro del sistema educativo”
Asocio el texto de la entrevista a Castells con un artículo publicado hoy en La Nación:
“ Es preciso hacer una revolución educativa”, sostiene Marc Augé.
“Temo que el futuro sea una sociedad mundial con una aristocracia del saber frente a una masa de consumidores y excluidos”, dice, y propone “una revolución educativa” para contrarrestar ese peligro.
Habría que ahondar más en el pensamiento del antropólogo francés para saber qué propone.
Entretanto, sigamos con Castells que nos recuerda alguna de las pautas para intentar –tal vez- neutralizar las imposiciones de las superestructuras, cuando habla de “comunicación y poder”:
“Lo que sí es nuevo es que toda esta relación entre comunicación y poder basada en el mundo de los medios de comunicación de masas se transforma por la aparición de Internet y la comunicación móvil. Y se transforma con las redes de comunicación horizontal y autónomas, que permiten que la gente se comunique entre sí y que puedan generar cortocircuitos en los grandes sistemas de comunicación. Y esto abre el juego completamente”
jueves, 7 de junio de 2007
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